Poema 1
Cuerpo de mujer, blancas colinas,
muslos blancos te pareces al mundo en tu
actitud de entrega.
Mi cuerpo de labriego salvaje te socava
y hace saltar el hijo del fondo de la tierra
Fui solo como un túnel
De mí huían los pájaros y en mí la
noche entraba su invasión poderosa.
Para sobrevivirme te forjé como un arma
como una flecha en mí arco, como una
piedra en mí honda.
Pero cae la hora de la venganza, y te amo.
Cuerpo de piel de musgo, de leche ávida y firme.
¡Ah los vasos del pecho!
¡Ah los ojos de ausencia!
¡Ah las rosas del pubis!
¡Ah tu voz lente y triste!
Cuerpo de mujer mía, persistiréen tu gracia.
Mi sed, mi ansíasin límite, mi camino indeciso.
Oscuros cauces donde la sed eterna sigue
y la fatiga sigue, y el dolor infinito
Pablo Neruda