La tradición de regalar flores como regalo se remonta más allá de lo que podamos imaginar. Desde hace mucho tiempo las flores han sido una formalidad en cualquier momento importante de nuestras vidas. Recibimos flores por nuestro nacimiento y también al morir, así como a lo largo de nuestra existencia: San Valentín, cumpleaños, Día de la Madre… Y aunque esta costumbre no ha ido variando con el tiempo, si lo han hecho las flores y colores que elegimos para ello, pues cada una de ellas tiene su propia significado dentro del universal lenguaje de las flores. En tiempos más antiguos, las flores y sus colores se convirtieron en el mejor vehículo para expresar todo tipo de mensajes sin tener que decir una sola palabra y, por supuesto, las rosas rojas siempre fueron el signo del amor.
Pero lo cierto es que la mayor parte de las veces no lo tenemos en cuenta y nos limitamos a elegir el arreglo floral que creemos que mejor encaja con los gustos y con la forma de ser de la persona a la que queremos agasajar con él.
Si bien, no tenemos forma de saber las auténticas razones por las que se empezaron a regalar flores en la historia, no cabe duda de que es una de las mejores formas de demostrar nuestro afecto a la persona que las recibe. Por este motivo, es por el que regalamos flores hoy. Lo que sí conocemos son muchos momentos de la historia y bellas anécdotas en las que las flores han jugado un papel especial. En Pensando en Flores estamos seguros de que te encantará saberlas.
Próximamente el porqué...
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