Mi madre las hacía muy ricas también y teníamos una vecina en aquí en Las Palmas, que cada vez que se quedaba embarazada le apetecían las poleás o gachas que le llamaban aquí.
Y la buena señora se le antojaron 7 veces, mi madre se echaba a temblar cada vez que se le antojaban y le decía ¿otro niño? otro Mari Luz...y me apetecen tus gachas a rabiar, es gallega y tiene una gracia que no se puede aguantar.
Gracias Amaly, me has hecho recordar a mi madre.
Cariñosamente
Laura