En el hueco de tus manos pongo tu nombre y lo bebo a sorbos, tus minerales se licuan con mis soles y en la memoria la leyenda de tu cuerpo se vuelve mariposa, limpio las soledades a tus pasos, entonces te acuno entre mis ojos entonces te limpias el sudor y recoges mis mañanas
.Guillermo Carnero
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