Pocas esperanzas
En el silencio tormentoso de mi
soledad escucho el
sonido de la obscuridad y siento el placer que le
da a la tristeza gobernar mi pobre existencia...
Siento y pienso pero mi corazón y mi alma nunca
están de acuerdo, existen a lo mejor motivos,
circunstancias y consecuencias, como también
existirán soluciones pero igual ya no hay t
iempo, el camino es largo y no hay tiempo.
Tal vez queden esperanzas pero ya no hay ganas,
ya no hay impulsos que me empujen a intentar, l
uchar y creer que existe una oportunidad...
Sólo me queda algo en medio de mi sufrir...
Y puede ser que tome un atajo, puede ser que
beba un poco de agua de tu manantial de
mentiras y eso me de fuerzas para continuar;
pero hay un detalle...
mi corazón saciará su sed, más no mi mente;
y jamás mi mente ha sido cómplice de mi corazón...
mi corazón está sólo en esto.
¿Será que algún día seré capaz de reaccionar?
¡El amor no es así!
El amor no se alimenta con lo material;
el amor no se riega con mentiras, el amor
no se trata de dar dos pasos al frente y
¡cuatro hacia atrás!
El amor tiene su propio color, su agua y su s
entimiento porque lo sembramos con ganas
por medio de miradas y palabras, sólo hace f
alta que sigas agregándole tonos diferentes
para crear el más hermoso de los paisajes,
sólo hacen falta gestos, caricias y detalles
para que siga creciendo.
Dios ha puesto en cada uno de nosotros el
interruptor para echar a andar el amor, sólo
tienes que accionarlo y no es difícil, yo lo
encendí hace mucho tiempo...
Así me hizo mi Dios: frágil, débil,
sólo con ganas de vivir y amar, pero estoy
cansada de esperar...
Es interminable y desalentadora mi espera;
he tratado de enseñarte piel a piel como se
quiere; como se entrega y como se ama pero o
yo soy la peor de las maestras o tú eres el más
pésimo de los aprendices...
Hoy te juro que ya lloré lo que tenía que llorar y
ya amé lo que tenía que amar.
Y entre tanto dolor y llanto
-como lo dije antes- sólo me queda algo:
Dios, mi padre altísimo y omnipotente.
En él confiaré y a él me aferraré, sin mirar
ni pensar ni agobiarme; a él le dejaré mi c
arga para poder descansar.
Y a ti te digo: cuando uno ama, ¡ama con todo!
in condiciones ni medidas...
No mereces mi amor pero TE AMO
ojalá algún día sepas dar el 100% del 1000%
que yo te entregué desde hace mucho tiempo a
pesar de todo...
Guardo en mi humilde corazón un trocito de
esperanza que le impide a la cordura atravesar e
l muro de la insensibilidad...
No quiero cambiar, tú eres a quien amo y no
habrá nada que me haga dudar.
Colaboración de Vane de Rubio
Venezuela