Cinta abismal
Es tu lengua acierto de vigilia dejándose llevar por el lascivo inquieto travieso viento moreno de mis muslos
Hebra de agua tibia descubriendo mis pechos despiertos piruetea con la gana que el espejo refleja en una marejada de pulsos agitados
Lápiz de filo diligente perfilando mi abertura que se explaya enardece y grita soltando su vena salpicando los sentidos
Voluntad de labios sometiendo labios a su voluntad
Anzuelo que pesca sujeta y vuela con mi carne
al punto preciso
donde el resuello dice que termina y la quietud clama por nace.
Dina Posada
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