Ermitaño augusto
vigoroso camarada
esquiva naufragios y centellas
vuele libre tu alma centinela
Armémonos de nuevo contra la injusticia
Demos por sagrado el desorden de nuestro espíritu
por ineludible el insomnio y la noche que nos cruzan
Indispensable llegar a lo desconocido
Porque en el tiempo no fuiste un pájaro
sino un rayo en la noche de la especie
una persecución sin tregua de la vida
una raza que canta en la tormenta
relumbra vela brilla resplandece
para que el canto siempre permanezca.
Pablo Mora
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