Errabundos
Errabundos, soñamos con la Paz.
Mientras la creación entera gime y siente dolores de parto.
Mientras el Espíritu aboga por nosotros con gemidos inefables.
Confiamos en la esperanza desconocida.
A pesar del invasor, de la destrucción, del fuego,
del asolamiento; del desarraigo, del exilio, de
la cárcel, de las cadenas y los azotes; surgidos
del filo de la aflicción, desbarataremos los
campamentos del enemigo, libraremos nuestra
vieja casa, dejando a la 'ramera' desolada, desnuda,
devorada por el fuego.
Daremos con nuevo cielo y nueva tierra para
la harina de la casa.
De entre el herbaje naceremos.
De la desesperación, del fragor de la batalla,
a muerte condenados, entre tempestades, descubierta
el hambre, naceremos a la vida, daremos,
Manuel Felipe, 'con el viejo patio de la vieja
casa, donde un árbol, único entre los árboles
de la casa ya muerta nos espera, solo entre zarza
herida, olvidado de todos, simple memoria viva,
profunda de la tierra'.
A pesar de la noche de la guerra, como gota de
lluvia deshojada, la sombra de una casa aguardará
al pie de un árbol encendido en llanto.
Pablo Mora
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