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Mi madre ausente
Como una hada dormida, estaba aquel día, y una tarde trágica la tierra abandonó. Yo no estaba preparada, no entendía, como una flor marchita su frente doblegó.
A su nueva morada se iba en un momento, entre llanto y tristezas, llegó su despedida. Le dimos un beso a su cuerpo sin aliento, estaba muy quieta, parecía que dormía.
De noche los recuerdos pasaron por mi mente, recordé en un momento casi toda mi vida. Lágrimas y risas que pase en su compañía, sus consejos, su dedicación y alegría.
Junto a ella, no olvidaré las horas vividas. A mi lado sufrio cuando me vio vencida Daría lo que tengo por sentir sus manos en las mías. Su vida fue mi vida, pero había llegado su partida.
Hoy que no la tengo en este bendito día, nada puedo hacer para devolverle la vida. Solo recordarla en alguna melodía, y llorar cuando recuerdo la imagen de aquel día…
d/a
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