Si algún día me ves triste no me digas
nada, solo quiéreme.
Si me encuentras en la soledad de la oscura
noche, no me preguntes nada, solo acompáñame.
Si me miras y no te miro no pienses
nada, compréndeme.
Si lo que necesitas es amor no tengas
miedo, ámame.
Pero si alguna vez dejaras de quererme
no me digas nada.
Recuérdame.
Mario Benedetti