Me está matando esta angustia de no saber de ti,
Pasan los días y las noches,
La luna se esconde y aparece un
nuevo sol,
Poco a poco me convierto en nada,
Sobre todo desde que no estás conmigo.
Me muero de tanta soledad,
Y de pensar que tal vez nunca volverás.
El silencio se hace dueño de mi agonía,
Mi alma es una cárcel de tristezas,
Y todo porque me faltas,
Porque me faltan tus miradas,
El color miel de tus ojos,
Tu cabello revuelto,
Y el calor de tus sonrisas.
Cada día caigo en un abismo más profundo,
Porque me faltas tú,
Y porque me doy cuenta que sin ti...
ya no soy nada, Sólo un alma
desesperada que llora tu ausencia,
Y no puedo hacer otra cosa que
resignarme,
Que esperar que un día aparezcas,
Simplemente para saber de mí,
Y decirme que te encuentras bien,
Que me sigues echando de menos,
Como yo lo hago contigo.
En mi corazón habita el invierno,
Y tú no estás aquí...
Y tú no estás aquí...