Arqueros
Los arqueros oscuros a Sevilla se acercan.
Guadalquivir abierto.
Anchos sombreros grises, largas capas lentas.
¡Ay, Guadalquivir!
Vienen de los remotos países de la pena.
Guadalquivir abierto.
Y van a un laberinto. Amor, cristal y piedra.
¡Ay, Guadalquivir!
Federico Garcia Lorca
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