Helen Adams Keller
(Tuscumbia, 1880
- Easton, 1968) Escritora norteamericana. Invidente y sordomuda, se especializó
en educación especial para discapacitados. A causa de una grave enfermedad que
la acometió a los diecinueve meses de edad, Keller perdió la vista y el oído, lo
que le impidió desarrollar el habla durante sus primeros años de vida. Cuando
cumplió los seis años, sus padres contrataron a una institutriz irlandesa, Ann
Sullivan, quien le enseñó el lenguaje de los sordomudos y que marcaría un giro
radical en su vida
Posteriormente, y junto con su institutriz, prosiguió sus estudios
especiales en la institución Horace Man School para sordos, de Boston, y en la
Wright-Humason Oral School, en Nueva York. Allí no sólo aprendió a hablar, leer
y escribir, sino que se capacitó para cursar estudios superiores. Siempre
acompañada por Ann Sullivan, desde 1900 hasta 1904 completó su formación en el
Radcliffe College, donde se graduó con la mención "cum
laude".
Tras
su graduación, Keller realizó diversos viajes a Europa y África. Su obra
publicada es, básicamente, autobiográfica, ya que Keller encontró en la
escritura el modo de objetivar y hacer comunicable su difícil experiencia. Sus
libros pronto se convirtieron en un ejemplo de tenacidad y resistencia frente a
las adversidades de la vida, especialmente las limitaciones
físicas.
Entre sus publicaciones destacan La historia de mi vida (1902),
Optimismo (1903) y especialmente El mundo en el que vivo
(1908), libro que le valió su fama internacional y en el que narra el contraste
entre la riqueza de la vida íntima que su alma albergaba y la menguada vida
sensorial de la que Helen Keller era víctima.
Otros títulos de su producción
son Canción del muro
de piedra
(1910), Fuera de la oscuridad (1913), Mi religión (1927),
El medio de una corriente (1929), Paz en el atardecer (1932),
El diario de Hellen
Keller (1938) y Déjanos tener
fe (1940). En 1934 Keller tuvo ocasión de devolver los favores prestados y
la persistente dedicación a su institutriz Ann Sullivan cuando ésta perdió la
vista imprevisiblemente. Keller publicó también algunos artículos en la prensa y
en revistas especializadas.