Y después de tanto tiempo, nos volvimos a ver. Ya no éramos los mismos; éramos dos... extraños con algo en común: un recuerdo; una remembranza que aún respira, que aún vaga como un fantasma entre los escombros de anhelos sumergidos.
Y nos volvimos a ver, después de tanto tiempo, quizás para saber, que tuvimos nuestro momento, un momento para el recuerdo.