(La leyenda de los Almendros)
El califa Abderramán quería tener contenta a su amada Azahara en la mágica ciudad que le regalo.
Para ello contrató a los mejores artesanos para decorados, compró los materiales más preciados, maderas, mármoles, azulejos; mandó construir hermosos jardines con flores y plantas "Todo para mi princesa" "quiero lo mejor" plantas traídas desde todos los rincones del mundo, los pobló con variedad de hermosos pájaros y mandó que en ellos creciesen á...rboles de exóticos frutos. Telas y muebles, comprados a los mercaderes más prestigiosos adornaban las estancias de la favorita Azahara.
Sin embargo Abderramán la sorprendía a menudo llorando y sus constantes regalos no conseguían su sonrisa. Le preguntó el motivo de su tristeza y qué debía hacer para contentarla, a lo que Azahara respondió que a su tristeza el califa no podría ponerle remedio pues lloraba por no poder contemplar la nieve de Sierra Nevada. Él le respondió: Yo haré que nieve para ti en Córdoba.
Inmediatamente mandó talar un bosque situado frente a la medina y replantarlo de almendros muy juntos unos de otros y cada primavera, cuando los almendros abrían su flor blanca, la nieve aparecía en Córdoba, un resplandor blanco precioso y mágico, era digno de ver el paisaje, sólo para su amada Azahara, que no volvió a llorar.