No todo ha de ser risa, lo sabemos, en nuestro camino,
porque en todo camino hay también piedra y lodo.
No todo ha de ser bello, mas si la flor se trunca,
si la estrella se apaga, si una nube nos cubre,
piensa que igual que hay abril, ha de haber un octubre.
Luchar, siempre luchar, y recoger los frutos
de esa humilde semilla que una tarde plantamos.
Que no nos venza el miedo, que no lleguen los lutos
a arruinar nuestras flores, a ensuciar nuestros ramos.
Que no nos venza el rayo, ni la noche, ni el miedo,
que el silencio no llene las manos y las bocas.
La vida es una lucha, y hay que lanzarse al ruedo
porque el tiempo se escapa y las dichas son pocas.
La vida es un contraste entre luces y sombras,
entre el todo y la nada, entre el llanto y la risa,
mas siempre habrá basura en algunas tierras,
no hay que perder la calma ni hemos de desesperarnos.
Aprendamos a ser tal y como ahora somos,
con todas las virtudes y todas las miserias.
El destino nos trata cual si fuéramos cromos,
nos hace ser felices, nos pone caras serias.
Recuerda, siempre queda un trago en la botella,
una página en blanco, una flor sorprendente.
La vida es dura, sí, pero a la vez es bella
así que ponte cómoda, sonríe y mira al frente.
adaptación de un poema de Juan Ballester