El cuento de la llorona
Publicado por Xharly en 7:53
Esto sucedió en el mes de diciembre de 2004 el frío
era más intenso, las calles estaban más silenciosas
y oscuras de lo normal y una fuerte lluvia había
caído en la ciudad. Roberto vivía con su mujer y su
hijo pequeño de tres años en la Macarena en Sevilla.
Escucho una voz mientras andaba por la calle que decía: "Mis hijos... mis hijos... ¿Donde están mis hijos...?"
Roberto pensó que era una mujer borracha
que no sabía lo que decía y siguió caminando
hacia su casa. Al llegar entró a un viejo baño para
lavarse la cara antes de dormir y
escucho la voz con el eco del baño: "¿Tu has visto a mis hijos...?"
Al girarse vio en el espejo reflejada la silueta
de una mujer y pronto desapareció,
Roberto sintió pánico y llamo a su mujer para contárselo:
-Ana he visto una mujer en el baño
que me hablaba y decía cosas al oído...
-Que más quisieras, ¿Dónde estuviste?
-Te lo juro...
-Ya, bueno vamos a dormir.
Cuando ya llevaban un rato dormidos y reinaba
el silencio en la habitación se volvió a escuchar:
"Mis hijos... ahí llegan mis hijos..."
Roberto se dio cuenta y dijo:
-¡Ana!
-Roberto ¿Qué es eso?
-Te lo dije yo la escuché, es real.
-¿Sabes qué? Ya me contagiaste tus nervios,
debe ser alguien que no tiene nada más que hacer,
ve a ver al niño no valla a ser que se haya
despertado con tus gritos.
Roberto entró a oscuras en la habitación de su hijo,
despacio se acerco a su cama para tocarlo, pero
este no estaba ya, solo quedaban ya las sabanas
extrañamente mojadas, entonces Roberto dijo:
-Ana ¿El niño esta ya contigo?
porque no lo encuentro por ningún lado.
Entonces se escuchó:
"¿Tú eres uno de mis hijos...?
ven... ven conmigo... tú eres uno de mis hijos... *Suspiros*"
Los padres se aterraron al escuchar estas palabras,
su hijo no estaba por ningún lado, pero al parecer
aquella aparición de terror lo había encontrado antes que ellos:
-¡Sueltame tu no eres mi mama!
¡Voy a llamar a mi papa! ¡Sueltame, dejame!
"Tu eres uno de mis hijos.... ven..."
-¡Roberto corre, ve a ver donde está el niño!
-¡Esta en el labadero!
Cuando el padre del niño subió las escaleras vio
como era abrazado por aquella aparición terrorífica
abrazaba a su hijo, vestida de blanco, con la piel
más blanca que su túnica, los labios morados y sus
ojos negros y sin brillo, con mirada triste
pero a la vez terrorífica.
Ella lo tomo de los cabellos y lo hundió de cabeza en
la pileta del labadero.
Roberto quiso acercarse a ayudar
a su hijo pero dela oscuridad salieron dos perros
negros llenos de rabia que le impedían el paso
hacia esa mujer, para salvar a su hijo. Ana gritó:
-¡Porfavor deja mi hijo, por dios te lo pido!
Dichas estas palabras como por un milagro los perros
salieron despavoridos, la mujer desapareció en la
oscuridad y Roberto pudo acercarse a su hijo pero ya
era tarde, su hijo había muerto ahogado
.Fin
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