Sus antepasados tenían gran influencia en Roma y habían acumulado considerables riquezas con fábricas de ladrillos y sobre todo con el oro andaluz... El aceite de oliva.
Su padre, Marco Annio Vero, pertenecía a la orden ecuestre, se trasladaron a Roma y llegó a ser Prefecto durante el reinado de Vespasiano.
Su madre, Rupilia Faustina, casada en segundas nupcias con su padre, procedía de una familia de rango consular.
Tuvo dos hermanos: Marco Annio Libón, un futuro cónsul y Marco Annio Vero, que llegó a ser pretor romano, contrayendo matrimonio con Domicia Lucilla, padres del futuro emperador Marco Aurelio.
Annia Galeria Faustina, se convirtió en la primera cordobesa que llegó a Emperatriz en el 104 d.C. al casarse con el Emperador Antonino Pío, con quien vivió felizmente durante un periodo de paz y prosperidad en Roma.
Del matrimonio de Annia Galeria y Antonino Pío nacieron cuatros hijos: Dos hijos y dos hijas, Marco Aurelio Fulvio Antonino y Marco Galerio Aurelio Antonino que murieron, Aurelia Fadilla que se casó con Lucio Lamia Silvano, cónsul romano y Faustina la Menor, que se casó con su primo y futuro emperador, Marco Aurelio.
Annia Galeria Faustina fue una hermosa mujer, conocida en Roma por su sabiduría.
Pasó muchos años ayudando a los desfavorecidos de Roma y concentraba en sus manos un poder enorme, el económico, ya que poseía el patrimonio privado de la familia, como todas las emperatrices romanas, con el fin de evitar que estos patrimonios pasaran al fisco, ya que las esposas de los emperadores al no ser constitucionalmente emperatrices, su patrimonio quedaba fuera del mismo.
Con el ascenso de su marido al trono imperial fue nombrada Augusta.
Cuando Annia Galeria Faustina murió en 141, el emperador Antonino Pío se vistió completamente de luto y en memoria de su esposa la deificó constituyéndola diosa.
Construyó un templo en su nombre y emitió varias monedas en las que ella aparecía. Estas monedas, de decoración refinada,
llevaban una inscripción que rezaba: DIVA Faustina
También fundó en nombre de su esposa, una organización de beneficencia a la que llamó Niñas de Faustina, que prestaba asistencia a niñas que se habían quedado huérfanas.