En torno a este dicho popular se dicen cosas tales como que Abundio vendió los zapatos para comprarse los cordones o que fue a vendimiar y se llevó uvas de postre.
Abundio fue un nombre muy popular en España, por el culto a San Abundio, un presbítero originario de Córdoba que, a pesar de ser martirizado por los árabes en el año 854, se negó una y otra vez a desdecirse de las injurias al Corán. Muchos piensan que fue este santo el que dio origen al dicho popular.