REINA VICTORIA EUGENIA - LA DANZA EN EL CAMINO

La Reina Victoria nunca fue la popular abuelita de cabellos blancos adorada por sus súbditos que recordamos de los últimos años de su reinado. Su sangre Hannover le llevaba a ser más tozuda que voluntariosa y mas soberbia que orgullosa. Según sus biógrafos fue en realidad su marido, el Príncipe Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha, quien impuso los valores que llamamos victorianos y quien reforzó el prestigio de la Corona Británica, bastante maltrecho después de los reinados de los extravagantes últimos Hannover.

Prueba de ello es el llamado “Escándalo de las Damas” o “Escándalo de Lady Flora”, con el que la Reina llevó la monarquía a una peligrosa impopularidad. En una época en la que la influencia política de la Corona era enorme, era de vital importancia el entorno que rodeaba al monarca. La costumbre en Inglaterra era que las damas de la Reina perteneciesen al partido en el Gobierno. Al subir la Reina al Trono eran Lord Palmerston y los Whigs quienes gobernaban y todas las damas de honor nombradas por Victoria fueron también Whigs.

Al ganar los conservadores las siguientes elecciones, el candidato a primer ministro Sir Robert Peel pidió a la Reina que cambiase al menos parte de sus damas Whig por damas Tory, a lo que se negó Victoria provocando con ello una grave crisis política. Al mismo tiempo se dio el caso de que la cintura Lady Flora Hastings, Dama de la Duquesa de Kent y que era Tory, , empezó a crecer de una forma anormal, creándose pronto el rumor de que la dama, soltera, estaba embarazada. Victoria, que odiaba a Lady Flora, dio pábulo a los rumores y le obligó a que se sometiese a un humillante reconocimiento médico, en el que se certificó que era virgen. Poco después moría Lady Flora y la autopsia reveló que sufría un gran tumor en el hígado, causa de la hinchazón. La humillación sufrida por la importante familia Hastings, la negativa de la Reina a cambiar sus damas y la muerte de Lady Flora llevaron a Victoria a un nivel tan extremo de impopularidad que estuvo a punto de costarle en trono, apenas dos años después de haber sido coronada Reina.