"Todo el universo es un anuncio resplandeciente de la existencia de Dios. La belleza de todo lo creado es una escuela diaria para que nuestra mirada se vaya adaptando a la sublime belleza que nos espera en el cielo. El pintor palentino Pedro Berruguete confesaba en sus cartas familiares que los colores de los cielos y de la tierra son el rostro de Dios. La hermosura de las criaturas, con una finalidad desinteresada, no tiene otra causa que la de esponjar el corazón humano por encima del utilitarismo y practicismo dominante. Contemplar un amanecer o un atardecer o un almendro o un cerezo en flor o las cumbres nevadas frente a un azul prístino te recuerdan sin palabras, que no sólo de pan vive el hombre. Toda la poesía, todo el arte verdadero es una canto a la creación, incluso cuando lo hace en forma de llanto o elegía o de dolor.
¿Qué son en pintura o en poesía los paisajes, los bodegones, las miríadas de lucecitas de un cielo estrellado, sino un suspiro consciente o inconsciente por el cielo.?...
Quetal ♥