LAS TRES PROTAGONISTAS
MUJERES TRABAJADORAS
EN este cuadro se están deslomando, literalmente, para recoger las espigas que han quedado olvidadas en el suelo tras la cosecha. Con el poco grano que recojan, alimentarán a sus familias. Los dueños de los campos les daban permiso para recoger estos restos entre el atardecer y la caída de la noche, una vez que había acabado el trabajo de los cosechadores. Las pocas espigas que llevan en sus delantales contrastan con la abundante cosecha que se ve al fondo (gavillas, almiares y un carro repleto de trigo). Un capataz a caballo supervisa el trabajo de los hombres.
Celebremos el día del trabajo con una de las obras maestras del pintor realista Jean-François Millet, que pasó a la historia por haber sabido retratar como nadie la dura vida de los trabajadores del campo