Iván Márquez, exguerrillero de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia —cuyas siglas ahora pertenecen al partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC)—, esribió este lunes en un comuniado publicado en su Twitter que "fue un grave error haber entregado las armas a un Estado tramposo".
"Confiamos en la buena fe de la contraparte", escribió Márquez y señaló que las FARC fue ingenua al olvidar las palabras de su comandante en jefe, Manuel Marulanda Vélez, quien advirtió que "las armas eran la única garantía de cumplimiento de los acuerdos", al referirse al pacto de Paz firmado entre el grupo guerrillero y el Gobierno colombiano en La Habana, Cuba.
El exguerrillero denunció que, además, Santrich fue "drogado forzosamente" para obligarlo a declarar.
"Qué porquería de Fiscalía tenemos los colombianos que para liberar, recapturar y después practicar una legalización de captura a un invidente, tenga que doparlo hasta causarle inconsciencia llevándolo al borde de la muerte", enfatizó.
Ante esta situación, Márquez pidió al presidente colombiano, Iván Duque, que no le "vuelva la espalda a la Constitución" ni "traicione su juramento". Además, lo instó a no dinamitar "la independencia de los poderes, con ese odio sordo que solo busca hacer trizas y dejar sin efecto el Acuerdo de Paz de La Habana".
"No se rasgue las vestiduras proyectándose como un presidente impoluto frente al narcotráfico, porque usted sabe muy bien que su jefe político Álvaro Uribe Vélez es un mafioso dueño de una huella imborrable", enfatizó.
Lo que ocurrió con Santrich
Santrich fue detenido el 9 de abril de 2018, en respuesta a una solicitud realizada por un juez de Nueva York (EE.UU.), quien ordenó su captura tras acusarlo de haber enviado a ese país norteamericano diez toneladas de droga valuadas en 15 millones de dólares en 2016, es decir, luego de haberse firmado el acuerdo de paz entre las FARC y el Gobierno de Juan Manuel Santos.
El 15 de mayo pasado la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), el mecanismo de justicia transicional acordado entre el Gobierno colombiano y las FARC para procesar a los actores del conflicto armado, consideró que las pruebas presentadas en su contra no eran suficientes, por lo cual solicitó su puesta en libertad y negó el pedido de extradición.
No obstante, el viernes, inmediatamente después de que fue liberado, la Fiscalía General de la Nación lo recapturó y regresó a las instalaciones de la cárcel bogotana de La Picota.