En eso te doy la razón. Yo cuando las hago, compro los camarones en el mercado y están frescos pero no vivos.
Un día cociné caracoles vivos y vi como se quería salir de la cazuela y me dió tal sensación de "repeluz" que jamás volví a cocinarlos.
¿Te imaginas que nos cocinaran a nosotros vivos los canívales? ¡¡Que yuyu!!
Amaly