Querida, Manuela:
Soy Roy, escribo y, aunque no nos conoces, sé que las personas te importamos.
Y por esa certeza he aceptado cerrar la lista de Más Madrid que encabezas al Ayuntamiento de Madrid en las próximas elecciones municipales.
Este apoyo simbólico es lo mínimo que podía devolverle a los que aman.
Porque tú no lo sabes, Manuela, pero pusiste a mis madres dándose la mano en público un semáforo.
Y el niño que fui te lo agradeció infinitamente porque mucha gente intentó hacerme creer que mi familia no era una familia.
Y el adulto que soy te lo agradeció infinitamente por ellas y por todas las veces que tuvieron que soltar sus manos y dejar de demostrarse cariño por el miedo al rechazo de los demás.
Resulta que a ti te entiendo, Manuela, porque tú hablas con el corazón en la garganta.
No nos tratas como estúpidos y estúpidas ni eres condescendiente.
No te apropias del lenguaje para luego devolverlo incomprensible.
No quieres tener la razón, quieres mejorar la vida de la gente.
Que es lo único realmente necesario.
Que nuestras vidas sean posibles y poder vivirlas con dignidad.
Gracias, Manuela, por demostrarnos que no todos sois iguales.
Que había otra forma de hacer las cosas.
Que se puede reducir la deuda pública enriqueciéndonos a todos y todas y no solo a los de siempre.
Que a los perdedores también, a veces, nos toca ganar un poco.
Contigo y con tu equipo hemos ganado, y quien diga lo contrario está faltando a la verdad de los hechos.
Los hechos son que desde que llegaste somos un poco más libres, Manuela.
Para mí, Más Madrid, es una suma de afectos y cuidados.
Y yo no entiendo la política sin cuidados.
Por eso me gusta tanto tu alianza con Errejón: por el valor humano que os habita.
Porque esta es una maravillosa oportunidad de que Madrid florezca por dentro.
Y quien no quiera verlo es que no se entera de nada.
Para mí es un honor y un orgullo cerrar esta lista, Manuela.
Porque yo creo en ti y en los que te rodean.
Porque creo con ferviente humildad en un futuro amable y diverso.
Un futuro en el que el odio.
Sea ya cosa del pasado.