A veces me pregunto que resistencia y capacidad tenemos las personas para poder superar cada palo, cada puñalada trapera, cada decepción, desilusión...
Cuando creemos que todo va bien, que los problemas parecen lejanos y vamos superando los “pros y contras”, Cuando vamos visualizando la luz, de repente te viene el “siguiente palo”… al principio quedamos como en una nube, descolocados, o en estado de shock… ya luego nos decimos ¿pero esto nos está pasando? …Me está pasando a mi…. Y entramos en ese momento de “no aceptación”… esto no puede ser real, esto es un mal sueño. Por favor que alguien me despierte!
Pero lamentablemente, es la realidad en todos sus tonos grises. Sentimos como latigazos que nos golpean la piel, pero ya no duele… sabemos por experiencia que al romperse la piel a latigazos, saldrá otra piel más dura, pero no por ello menos sensible, es más, opino que entre más latigazos nos hacemos más sensible hacia todo cuanto nos rodea.
A veces, cometemos el error, en ese estado vulnerable de “mendigar el cariño”, esperar una caricia tierna, unas palabras de consuelo, un abrazo de un amigo… ¿mendigamos?
A veces si, es algo que creo que a muchos nos ocurre, cuando estamos en esos momentos “de vació total”…. Ser vulnerables… y a veces caer en manos de desaprensivos que se aprovechan de esas situaciones…
Errar es de humanos, pero a veces llegamos a un estado de hastío total, de preguntarnos ¿Qué coño hago aquí? ¿Qué mierda he hecho para que mi vida parezca como una ruleta rusa? (…)
Estos días atrás me sentía pletórica, y hoy por un tema que me atravesó el corazón como una daga… y volví a sentir el dolor, la rabia, la impotencia, los miles de interrogantes…
Mil pensamientos pasean por mi mente atormentada… y que ahora mismo no podría definir hasta que punto pueden ser o no objetivas.
Sigo sin comprender como pueden existir personas con tan pocos escrúpulos, sin ética ni moral… personas que disfrutan con el daño ajeno, y casi siempre esas personas son cercanas a nosotros, que nos conocen y para mas INRI saben de nuestras cosas, de nuestras vidas, debilidades y ponen el dedo en esa llaga aún sangrante y lo entierran hasta verte retorciéndote de dolor… ¡y disfrutan!
Se por experiencia que ahora todo es reciente, el dolor irá disminuyendo y la mente se volverá más clara y audaz para poder remontar el vuelo con fuerzas.
Pero hoy sufro, hoy lloro, hoy me duele…hoy es mi duelo!…. Y pese a todo tengo que superarlo, y seguir adelante. He aprendido a caminar sola, a nadar contra corriente, a bucear si es necesario, a tropezar con piedras que aparecen en mi camino y a caer una y mil veces y levantarme sin pestañear, pese a quien pese… y aunque hoy me siento morir, se que volveré a “renacer de mis cenizas con más fuerzas” como el Ave Fénix.
Dedicado a ese ser que hoy me robó mi sonrisa, dejándome entre tinieblas, algo perdida, y con mi tristeza a flor de piel….Hoy, no tengo fuerzas…