"Si algo puede hacer la literatura es poner voz a las víctimas del horror. "Hijos de un país sin Dios" cumple esta función con un texto valiente y sin concesiones. Puede que la historia de los niños perdidos de Sudán remueva conciencias, pero alguien tenía que escribirla. LAS VÍCTIMAS DEL HOLOCAUSTO SUDANÉS MERECÍAN UNA NOVELA ASÍ. Sencillamente, IMPACTANTE. "
(Manuel Fernández García -Escritor).