Por Raúl Menchaca
CIENFUEGOS, 24 ago (Xinhua) -- Los cubanos recuerdan hoy al más insigne compositor y cantante de música popular de la isla, Benny Moré, conocido como "el bárbaro del ritmo", quien este sábado cumpliría 100 años.
Nacido en 1919 en Santa Isabel de las Lajas, una localidad de Cienfuegos ubicada a unos 250 kilómetros al sureste de La Habana, Moré es recordado cada año en su poblado natal, pero en este centenario las actividades se extendieron a todo el país.
En Lajas, inmortalizada en uno de sus sones, la población peregrinó como cada año desde la plaza principal hasta la tumba en el cementerio municipal, declarada Monumento Nacional en noviembre de 2009.
En dicha peregrinación, familiares, amigos, artistas y aficionados a su música caminaron hasta la necrópolis para depositar flores y entonar sus canciones ante el panteón donde reposan los restos del popular compositor, fallecido en 1963.
Asimismo, anoche se realizó la gala cultural Esperando el Centenario, en el Centro Cultural de las Artes Benny Moré, donde se presentaron varios reconocidos grupos musicales cubanos.
Para los cienfuegueros, Moré es un símbolo de la excelencia musical de Cuba, que quedó atrapado en una escultura de bronce a tamaño natural, ubicada en El Prado, la más céntrica calle de Cienfuegos, la ciudad cabecera provincial.
Una estatua en honor al artista, obra del también cubano José Villa Soberón, es desde su colocación en 2004 un punto de atracción para los cienfuegueros y los visitantes, y por eso casi siempre hay alguien haciéndose fotos con la imagen.
"Benny es el símbolo de Cienfuegos, pero es una figura que trasciende a esta provincia porque fue un verdadero genio musical que llevó la música cubana por muchos países", dice a Xinhua la maestra Adelina González.
La veterana profesora recuerda que el estribillo de uno de sus sones asegura que "Cienfuegos es la ciudad, que más me gusta a mi", frase inmortalizada en un cartel lumínico colocado en el extremo del malecón de la ciudad.
Hijo de madre soltera y nieto de esclavos africanos, nacido en una familia muy humilde, Bartolomé Maximiliano Moré, su verdadero nombre, se nutrió de sus raíces étnicas y de las canturías campesinas de raíz española para, a base de mucho talento natural, ascender a la cumbre de música popular cubana.
Desde niño aprendió a tocar la guitarra, cantando febrilmente en fiestas y serenatas hasta que en 1940 se trasladó a La Habana, donde estuvo durante algunos años presentándose en cafés, calles y parques.
En 1945 se unió al célebre Conjunto Matamoros para de inmediato comenzar en México una carrera internacional que, las siguientes dos décadas, lo llevaría por Venezuela, Colombia, Panamá, Jamaica, Haití y Estados Unidos.
Moré interpretó con soltura el son, el bolero y el mambo y dejó canciones consideradas antológicas como "Bonito y sabroso", "Hoy como ayer", "Me voy pa'l pueblo" y "Cómo fue", además de las dedicadas a poblaciones y ciudades cubanas.
El apelativo del "bárbaro del ritmo" se justifica por el hecho de que su estilo abrió un camino ignorado antes en Cuba, donde su voz, que recorría todo el registro vocal, tonalidades y tempos, se doblaba en frases y gritos, acompañada con soltura por pasos bailables para crear una atmósfera envolvente y lúdica.
Compartió escenario con celebridades de su época como los cubanos Dámaso Pérez Prado y Bebo Valdés, la mexicana Toña la Negra, el estadounidense de origen puertorriqueño Tito Puente y el venezolano Alfredo Sadel, entre otros.
El momento cumbre de su carrera le llegó en 1953 con la creación en La Habana de su propia agrupación, La Banda Gigante, a la cual llamaba familiarmente La Tribu, que debutó en la capital cubana el 3 de agosto de ese año.
Moré no estudió música, ni sabía leer una partitura, pero tuvo una genial intuición para componer, dirigir y cantar por lo que muchas de sus canciones aún se escuchan en Cuba y buena parte de Latinoamérica.
Esa es la razón por la que la gran diva del mítico grupo Buena Vista Social Club, Omara Portuondo, acaba de sacar al mercado el disco "Siempre tu voz", con 10 canciones que hicieron famoso al "bárbaro del ritmo".
Aquel genio musical fue un hombre que con la salud quebrantada por una cirrosis hepática no dejó de trabajar casi hasta el día de su muerte, el 19 de febrero de 1963, una fecha luctuosa para la cultura cubana.
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