Cuando Meng Wanzhou fue detenida en el aeropuerto de Vancouver (Canadá), un agente fronterizo la interrogó sobre los negocios del gigante chino con Irán. Entre otras cosas, le preguntó si Huawei vendía sus productos en países donde tenía prohibido hacerlo, se explica en los documentos del juicio que acaban de hacerse públicos.
Meng Wanzhou dijo que no disponía de esa información, pero sí mencionó que su compañía tiene una oficina en Irán, lo cual podría corroborar las acusaciones estadounidenses sobre la relación de Huawei con el país persa. Paradójicamente, este mismo interrogatorio podría ponerla en libertad.Según informa Bloomberg, su defensa presentó estos documentos y las grabaciones de las cámaras de videovigilancia apelando al hecho de que Meng fue engañada en cuanto a la razón de su detención, que tenía el objetivo de recolectar pruebas para el FBI de EEUU.
Teóricamente, el juzgado tendría que desestimar el caso de la extradición, puesto que Meng fue detenida, cacheada e interrogada de manera irregular en vez de ser arrestada de inmediato. Además, a la ejecutiva de Huawei se le permitió llamar a un abogado tan solo cuatro horas después de haber sido detenida.
Ahora las autoridades de Canadá deberán responder a las exigencias de la defensa de Meng Wanzhou antes del 17 de septiembre. El juicio se celebrará el día 23 del mismo mes.
El escándalo alrededor de Meng Wanshou comenzó el 1 de diciembre de 2018, cuando las autoridades canadienses la detuvieron en el aeropuerto a petición de EEUU. Washington exige su extradición por presuntas violaciones de las sanciones impuestas por EEUU a Irán.