LA FLOR DEL ALMENDRO.
Mueren los sueños del agua
en la paz de las albercas
hacinados en los alcores
de las perfumadas huertas.
Radia el calor de la tarde,
la brisa no se despierta;
en el resquicio del pueblo
tañen campanas de fiesta
porque ha nacido la flor,
¡la flor de la primavera ¡
Brota el almendro profuso
entre la espesa floresta,
como un delirio de nubes
cubre de almidón la sierra.
Amores de pan y trigo,
vienen las novias de seda
a engalanarse su pelo
con copos de las estrellas.
Y beberán de su estigma
el embrión de la tierra,
para que la noche traiga
besos de lirios y almendra.
Oh, dulce flor del suspiro,
Oh, rosa de estrellas.
Por la veredita vienen
con sus encajes de sedas,
los corazones desnudos
a mirarse en las riberas
para que floren los besos
de savia de las almendras.
Y pasa cantando el agua
suspirando a las adelfas
porque refleja en sus olas
copos de la primavera.
Fernando Gallego