El río que te vió nacer
Y tantas veces cantastes.
Esa sevilla que amastes
y que tu nunca olvidastes
pues la llevabas en vena.
....Y Córdoba para morir
Que ya lo dijo el poeta
Pero tu nunca olvidaste
la tierra en que te criastes
Y vistes la luz primera.
Que si tu cuna fué humilde
Tu corazón era grande
y esa era tu nobleza.
El mejor de los mejores
Quien te conoció te quizo,
te ganabas a la gente
con tu ingenio y tu saber.
Te recuerdo hoy y siempre
y nunca te olvidaré
porque te llevo en mi sangre,
en mi mente y en mi ser.
Papaito yo te quiero,
te quiero, te quiero mucho.
Cogidita de tu mano
me sentía como una reina.
¡¡Cuantas cosas me enseñastes!!
Desde las primeras letras,
hasta conocer los sabios
y entender a los poetas.
¡¡Ay, padre, hay padre mio!!
¿Pa que quiero más herencia?
Mis besos mando al Universo
porque sé que allí estas tú.
Tu eres aquella estrella
que me alumbras con tu Luz.
Tu hija que nunca te olvida
Amalita.