Washington, 27 mar (Prensa Latina) El coronavirus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad Covid-19, amenaza hoy en Estados Unidos no sólo las vidas de miles de ciudadanos sino las bases electorales usadas por el presidente Donald Trump en sus ansias de reelegirse en noviembre próximo.
La pandemia, denominada por medios locales como un contrincante inesperado y demasiado fuerte para el mandatario, ya causó estragos en la mayor economía mundial, que parece encaminarse hacia una recesión, según expertos.
Mientras, el departamento de Trabajo informó que 3,3 millones de personas solicitaron beneficios de desempleo la semana pasada, la mayor cifra desde que se empezó a registrar este dato.
Las cifras del mercado laboral de marzo, que se presentarán la semana que viene, reflejarán destrucción de empleo por primera vez en más de una década.
Queda muy lejos febrero, cuando el paro se situaba en 3,5 por ciento, el mejor dato en más de 50 años y uno de los principales argumentos que usa Trump para defender el beneficio que su administración le dejó a la nación.
Hasta entonces, Estados Unidos acumulaba 113 meses consecutivos de creación laboral, el periodo más largo de la historia.
Pero lo peor vendrá, no obstante, en abril, cuando se contempla la destrucción de entre 500 mil y cinco millones de puestos de trabajo. Como referencia, en marzo de 2009, el peor mes de la crisis financiera que estalló tras la caída de Lehman Brothers, se perdieron 800 mil empleos.
Algunos analistas calculan que el paro superará los dos dígitos, por encima de las cifras de la recesión de comienzos de la década de 1980, con cerca de 18 millones de desempleados, frente a los menos de seis millones contabilizados en febrero.
De momento, no se espera que se alcance el récord del 25 por ciento de la Gran Depresión de 1929, pero los datos oficiales no suman, en todo caso, trabajadores a tiempo parcial y los cientos de miles de indocumentados que perdieron sus ingresos ante el cerrojazo total del sector de la restauración.
Estas son las cifras que están empujando a Trump a dar un volantazo en su estrategia de contención del virus.
Después de cerrar fronteras y anunciar que haría lo posible por frenar la pandemia, el presidente insiste ahora en que ‘el remedio no puede ser peor que el problema’ y asegura que su objetivo es retomar la actividad económica a partir del 12 de abril.
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, asegura, por su parte, que las alarmantes cifras de desempleo se verán pronto compensadas por el plan de estímulos de dos mil millones de dólares aprobado en el Congreso.
Como eje central del programa de ayudas, figura el reparto de cheques en efectivo que comenzarán a distribuirse en tres semanas, según Mnuchin.
Todos aquellos que ganen menos de 75 mil dólares al año recibirán mil 200 dólares por personas, más 500 dólares adicionales por cada hijo.
Este capital será el único recurso del que dispongan millones de estadounidenses a partir de ahora y la única manera de detener parcialmente la abrupta caída del consumo, que supone dos terceras partes de la riqueza del país.
Es también la esperanza de Trump de volver a ganar las elecciones en noviembre de 2020, aunque esa fecha se presenta hoy como improbable, de acuerdo con estimaciones de ciertos observadores.
Mientras, el epidemiólogo Anthony Fauci, líder en la lucha contra la Covid-19 en esta nación, alertó que el virus puede regresar, lo cual torna aún más urgente la carrera internacional para hallar una vacuna.
Fauci precisó que la enfermedad comienza a asentarse en el hemisferio sur, que ya entró en el otoño.
‘Y si de hecho tienen un brote sustancial, será inevitable que tengamos que estar preparados para un segundo ciclo’, sostuvo el científico, director de enfermedades infecciosas en los Institutos Nacionales de Salud.
‘Esto subraya la necesidad de hacer lo que estamos haciendo para desarrollar una vacuna, probarla rápidamente y tratar de estar listos para tenerla disponible para ese próximo ciclo’, concluyó el experto.
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