El presidente Donald Trump estaba al tanto desde enero sobre el impacto potencial del coronavirus en Estados Unidos y sin embargo le restó importancia públicamente a la pandemia durante casi dos meses.
Es la conclusión arrojada por las dos comunicaciones que el asesor presidencial para la economía Peter Navarro circuló en la Casa Blanca en enero y en febrero -reveladas el martes por el medio de comunicación Axios- en las que advertía sobre las cuantiosas pérdidas humanas y económicas que el virus podría representar para Estados Unidos.
Preguntado sobre la manera en la que restó importancia a la crisis a pesar de las advertencias de sus consejeros, Trump respondió que es un "animador" ( cheerleader) de Estados Unidos y que no quería crear "estragos y preocupación" en el país, e insistió en que en aquellos momentos estaba cerrando los vuelos procedentes de China.