Me quedo en los silencios
Estoy en medio de la crisis del silencio,
cabeza de medusa sin oídos,
halcón que ha perdido su nido.
Trabajo a mi favor,
Comienza a gustarme la soledad.
A mí, que siempre fui gregaria,
enlazada a cualquier brazo
con tal de no sentirme sola.
Yo, que me contorneaba en cualquier baile
en los carnavales de algún pueblo,
Plaza de San Pedro,
Callejuelas de Venecia,
Playas de Búzios.
Sin darme cuenta terminaba
fundida en rincones inciertos,
muy inciertos.
No me lo explico.
Está empezando a gustarme el silencio,
permea por las pestañas,
se cuela por los labios
Y entra por cada poro de la piel.
No estoy segura de querer nuevamente el bullicio
con los ruidos descarados
en la conciencia y las manos.
Está decidido,
me quedo en los silencios.
Carmen Amaralis Vega Olivencia