Noviembre de 1991. Burundi. El Palipehutu (Partido para la Liberación del Pueblo Hutu) ataca la ciudad de Bujumbura, aprovechando que el presidente Buyoya está reunido en secreto en París por intermediación de Bélgica. Mueren centenares de personas.
Al norte del país, en Ntita, un médico español necesita medicamentos que solo puede obtener en Bujumbura, así que se salta el toque de queda. Es tiroteado, pero consigue escapar y salvar la vida, ya que los tiros impactan en el todoterreno en el que viaja y no en su cuerpo. Los miltares, eso sí, le roban el dinero que llevaba para los fármacos.
Solo está él como médico en el hospital de Ntita, que atiende a un área de 40 km. Cada mañana ha de asitir a 120 pacientes y seguir a los 60 hospitalizados que, de media, hay en el centro. Entre una y otra tarea, desarrolla por su cuenta un programa de formación en salud pública. Busca como aliados a los profesores de más de cien pequeñas localidades de la zona para que ellos mismos formen y establezcan pautas y consejos en la prevención de enfermedades. A la par, desarrolla campañas de vacunación diarias, un programa de saneamiento y potabilización de agua y mil letrinas como medida para evitar la transmisibilidad de enfermedades.
Ese médico español es Fernando Simón.
Esta es la historia que sobre el epidemiólogo al que el coronavirus ha convertido en un mediático rostro, narra en Twitter @observatorio13, un usuario que, según mantiene, conoce a Simón, aunque no tiene relación actual con él.
"Cuado se comete una injusticia contra alguien lo defenderé", afirma tajante este zaragozano que cita también a Marco Pascual, quien conoció por aquel entonces al hoy director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad y que recientemente narró en Recuerdos de la labor voluntaria de Fernando Simón en Burundi cómo fue su encuentro con él.
Pascual, subraya @observatorio13, "pasaría alguna semana conviviendo en casa de Fernando Simón, al que ni conocía ni sabía que era de Zaragoza", y este le marcó para siempre: "De todas las personas que he conocido a lo largo de más de 30 años viajando por el mundo, por ninguna he sentido tanta admiración como por el doctor Fernando Simón".
Solo unos miserables como el PP y Vox lo critican y ridiculizan.