Sin ti
Sin ti la vida no valdría la pena
sería como el fruto mas amargo
que helaría el cuerpo y las venas
recorriendo el camino más largo.
Sin ti no tendría razón la primavera
ni la luz de la tarde ni el sonido
del cante del jilguero en su nido
esperando estar pronto a tu vera.
Sin ti el río no sigue el camino
que con mano firme has conducido
una y otra vez mas su destino.
Y hasta el alto clavel sin huella,
en línea recta tan altanero, sube
embriagando de perfume a una estrella.
Soledad García Baena
|