1119 Y para que dos manos.
Dos manos me diste para crear
para acariciar, para cuidar de tu
creación que perfecta es, pues
ha llegado por designio tuyo.
Manos para acompañar
al inocente, al desvalido, pues me
has dado un poco de tu sapiencia,
para discernir entre lo bueno y malo.
Manos para decir aquí estoy
presente para ayudar en lo que
mis fuerza pueden hacer por
el que necesite de este indigno ser.
Manos para llevarte mi pequeño
cuando apenas dabas pasos y me
acompañaste por aquellos caminos
pues pronto levantaste el vuelo.
,
Manos que me hacen sentir
lo peor de la creación pues en lugar
de construir maltrataron mi a propia
carne y un gran dolor siento.
El Creador nos da tiempo para pensar en lo actuado.
Por Prof. Luis Horacio de Jesús Cerdas Mora.
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