El pasado verano, el cantante aprovechó la fiesta de cumpleaños de Jimena para hincar rodilla y proponerle matrimonio a la mujer con la que comparte su vida con un bonito solitario. Incluso Joan Manuel Serrat admitió que se sorprendió al verle teniendo un gesto tan romántico delante de un numeroso grupo de familiares y amigos. La boda y celebrar su amor fue el regalo de Sabina a Jimena por su 50 cumpleaños.
Ofició la ceremonia el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, al que les une una gran amistad. En la sala del juzgado también estaban presentes sus hijas Carmela y Rocío Martínez Oliart, que ejercieron de testigos, y Serrat y su esposa Candela, que fueron los padrinos.