Hachiko ..
La película empieza en la época presente, donde varios alumnos
realizan una narración oral sobre sus héroes favoritos a la clase.
empieza a contar la historia de Hachikō, el perro de su abuelo.
La trama retrocede en el tiempo donde un cachorro de raza Akita
criado por un monje budista en Japón es llevado por encargo
ae del portamaletas del vehículo que lo transportaba y se extravía
en la estación de ferrocarriles donde el profesor de música
De pronto Wilson no tarda en sentirse cautivado por el animal y decide llevárselo
a casa tras la negativa del controlador de la estación, Carl (Jason Alexander),
de quedárselo; una vez en casa se encuentra
también con la negativa de Cate (Joan Allen), su mujer,
a mantener al perro.
A la mañana siguiente, Parker espera que alguien
reclame al animal perdido, pero no recibe contestación,
por lo que se lo lleva consigo al trabajo donde Ken Fujiyoshi
(Cary-Hiroyuki Tagawa)
traduce el símbolo del collar del cachorro como 'Hachi',[2]
por lo que decide ponerle de nombre Hachi.
De paso, Ken señala que los dos están destinados a quedarse juntos.
De vuelta a casa, Parker intenta jugar con Hachi,
pero el animal no muestra interés alguno.
Mientras los observa, Cate recibe la llamada de alguien
que quiere adoptar al perro; sin embargo, al ver el vínculo que une a Parker
con Hachi, decide quedarse con el cachorro.
Años más tarde, Hachi y Parker han desarrollado
una amistad inquebrantable; sin embargo, el dueño
continúa perplejo por la negativa del perro a hacer cosas
habituales para el susodicho animal como ir a traer una pelota.
Tras comentarlo con Ken, éste le dice que Hachi sólo iría a por
esa pelota por un motivo en especial. Una mañana, Parker se marcha al
trabajo y Hachi lo sigue hasta la estación negándose a
volver hasta que a Parker no le queda otro remedio que volver
a casa y hacer tarde el trabajo. Esa misma tarde, Hachi intuye
la llegada de su dueño y vuelve a la estación desde donde lo
espera con paciencia. Finalmente, Parker decide que el can
lo acompañe a la estación todos los días, hasta que un día
Hachi se niega, por lo que Parker decide irse sin él. Aun así
el perro acaba dándole caza mientras porta su pelota para sorpresa
de Parker que acaba jugando con él por primera vez durante un
rato; sin embargo, el hombre empieza a preocuparse por llegar tarde
al trabajo y da por finalizado el juego y se marcha a pesar de los l
adridos del animal. Ese mismo día, en el trabajo, Parker sufre un
paro cardiorrespiratorio que le causa la muerte en plena clase.
Mientras el can sigue esperando la llegada del tren, Parker no muestra señales de
vida. A pesar de todo, Hachi permanece en la estación durante
varias horas hasta que el yerno de Parker se lo lleva. Sin embargo,
se escapa de casa para volver al día siguiente a la estación y
quedarse allí durante el día y la noche. A medida que pasa el tiempo,
Cate vende la casa y el can se va a vivir con su hija Andy, la cual ha
formado una familia junto con Michael con quien acaban de tener un bebé,
Ronnie. Aun así, Hachi vuelve a escaparse y encuentra el camino
de su vieja casa, pero al morar otra familia decide irse
a vivir a la estación sobreviviendo gracias a la comida que le da
Jess, un vendedor ambulante de perritos calientes con el que
Parker tenía una amistad.
Mientras aguarda la llegada de su amo, Hachi empieza a dormir
bajo los vagones de un tren averiado y al cabo del tiempo llama
la atención de un reportero que entrevista a los allegados
a Parker. Los años pasan y Hachi sigue esperando; por otro lado,
Cate visita la tumba de su difunto marido donde conoce a Ken.
Allí dice haber pasado una década. Al pasar por la estación,
la mujer se sorprende de ver a Hachi en el mismo sitio en un estado sucio,
viejo y cada vez más débil y que a pesar de que los años no pasan en balde,
el can sigue esperando. Tras acercarse a quien tiempo atrás era
su perro, Cate decide sentarse junto a él y esperar al siguiente
tren. En casa, Cate le habla a su nieto Ronnie (ya con 10 años) de
Hachi y de la relación que tuvo con su abuelo fallecido.
Esa misma noche, Hachi sigue en su mismo sitio donde yace
en el suelo y se duerme profundamente por última vez mientras
sueña con Parker, del cual tiene una visión en la que lo anima a ir con su
dueño justo antes de que sus espíritus asciendan a los cielos.
De vuelta a la clase, Ronnie finaliza su narración añadiendo a sus
compañeros que Hachi será para siempre su héroe por su amor y lealtad.
Al salir del colegio esa misma tarde, Ronnie va a casa mientras
camina con su propio cachorro de Akita, el cual tiene de nombre
Hachi y con el que andan el mismo camino que día tras día
siguieron su abuelo con el anterior Hachi.
Antes de llegar los créditos finales, una cortinilla revela que el verdadero
Hachiko nació en Odate en 1923 y que tras la muerte de su dueño,
el Dr. Hidesaburo Ueno en 1925, este volvía a la estación de Shibuya
donde el can lo esperó día tras día hasta su fallecimiento en 1935.
Tras el final de la cortinilla aparece una foto de una estatua
erigida a Hachi en una de las entradas de la estación.