Sin perdones
Perdona mis agravios,
mis caídas,
mis llantos.
La mala risa irónica
acompañando las caricias,
mis rabias contenidas.
No es tu rabia,
es la mía.
Mis suplicas perdidas
en el espanto.
Quisiera haber tenido cabeza de Medusa,
voluntad de Artemisa,
corazón sin espinas.
Prometo perdonarme.
Mirar mis rodillas sangrantes,
y no culparte,
no culparte, no.
Carmen Amaralis Vega Olivencia