Fue una mujer increíble. Huyó de su país y de su marido abusador para hacer carrera en el cine durante el día, pero de noche era un GENIO como ingeniera. Prácticamente lo aprendió todo por su cuenta. Inventó cosas aleatorias tremendamente interesantes en su trailer, entre toma y toma de sus películas. En 1941, ella y su amigo pianista patentaron un conmutador de frecuencias con el que los torpedos controlados por radio no podían ser detectados por los Nazis. Esta tecnología abrió el camino para el Wifi, Bluetooth y GPS, y ella nunca se benefició de su invento. Hedy Lamarr merece mucho más reconocimiento del que obtuvo en toda su vida.