Divagando sin rumbo fijo, buscaba un amanecer, parecía estar soñando pero no era un sueño, lo sé. Ahora sigo un camino, sin prisa, sin correr, sabiendo que mi destino es el de ser y no ser; ser ante mí misma, ante mi conciencia y mi ley, no ser ante un mundo que no logro comprender.
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