El agradecimiento es la llave del corazón, y esa alegría que brota de ti, ilumina. Cada vez que agradeces derramas tu luz a los demás.
Siéntete agradecido por quien eres, por gravitar la experiencia de vivir, por la oportunidad de este hermoso regalo: la VIDA. Gratitud por las cosas que tienes, tu trabajo, tu pareja, tus amigos, la familia, el espacio en el que vives, el dinero que tienes, sea mucho o poco. Dile gracias a cada persona que habita en tu corazón y recuerda que sus cualidades reflejan en ti, la belleza de tu Alma.
Siente gratitud por los momentos que viviste y estás viviendo. Y más aún, siéntete agradecido por la posibilidad que tienes de crear la vida que anhelas, porque las imágenes de hoy, serán la realidad del mañana. Construye tus sueños con amor, con un propósito claro y paciencia. Estos ingredientes ayudarán a que tu viaje sea más ameno, estrechando lo relativo del tiempo, entre este momento y el presente futuro al que arribarás…
Aquello en lo que enfocas, se vuelve disponible para ti…
Entonces, enfoca en ser agradecido a todo momento, para no vivir sólo destellos de la felicidad, sino un eterno presente feliz. Todo aquello que te pase, sean cosas buenas o malas, observa y agradece. La comprensión de las causas, nos vuelve más atentos, compasivos, felices, pacientes, disolviendo el parloteo de la mente y abriendo las puertas del corazón…
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