El buen juicio se impone a la sinrazón.
La caridad se sobrepone a la envidia.
La verdad prevalece sobre la mentira y la creación supera al conformismo.
Los envidiosos de la riqueza y éxito ajenos no se conocen asi mismos.
Si intentaran conocerse descubrirían sus talentos y capacidades
y con ellos lograrían éxito y la riqueza. Conocerse es un poder sutil.