Una noche Una noche toda llena de perfumes, de murmullos y de músicas de alas, Una noche En que ardían en la sombra nupcial y húmeda las luciérnagas fantásticas, A mi lado lentamente, contra mí ceñida toda, muda y pálida, Como si un presentimiento de amarguras infinitas, Hasta el más secreto fondo de las fibras te agitara, Por la senda florecida que atraviesa la llanura Caminabas, Y la luna llena
Por los cielos azulosos, infinitos y profundos esparcía su luz blanca, Y tu sombra Fina y lánguida, Y mi sombra Por los rayos de la luna proyectadas, Sobre las arenas tristes De la senda se juntaban, Y eran una, Y eran una, Y eran una sola sombra larga
Y eran una sola sombra larga Y eran una sola sombra larga...
Esta noche Solo; el alma Llena de las infinitas amarguras y agonías de tu muerte, Separado de ti misma por el tiempo, por la tumba y la distancia, Por el infinito negro Donde nuestra voz no alcanza, Mudo y solo Por la senda caminaba... Y se oían los ladridos de los perros a la luna, A la luna pálida, Y el chillido
De las ranas... Sentí frío; era el frío que tenían en tu alcoba Tus mejillas y tus sienes y tus manos adoradas, Entre las blancuras níveas De las mortuorias sábanas, Era el frío del sepulcro, era el hielo de la muerte Era el frío de la nada, Y mi sombra, Por los rayos de la luna proyectada, Iba sola, Iba sola, Iba sola por la estepa solitaria Y tu sombra esbelta y ágil
Fina y lánguida, Como en esa noche tibia de la muerta primavera, Como en esa noche llena de murmullos de perfumes y de músicas de alas, Se acercó y marchó con ella Se acercó y marchó con ella... Se acercó y marchó con ella...¡Oh las sombras enlazadas! ¡Oh las sombras de los cuerpos que se juntan con [las sombras de las almas... ¡Oh las sombras que se buscan en las noches de tristezas y de lágrimas!...
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