Caminando silenciosamente por las calles de esta gran ciudad, nos encontramos inesperadamente, cada uno acompañado tal vez; tu, caminando por la otra acera agarrada de mano con otro hombre, como tratándome de decir: “Ves, tengo a otro hombre”
Aunque te estés muriendo por mí, así es la ironía de la vida… yo, tal vez con otra mujer a mi lado pero aun pensando en ti… ella, tan bella como tú, el, parecido un poco a mi… la ironía de la vida otra vez… te miro disimuladamente con rabia y todavía celoso.
Aun sigues siendo bella, yo, poniéndome más viejo pero aun queriéndote a ti aunque este con otra mujer, no puedo de dejar de pensar en ti.
Autor: Romeo Della Valle

|