Juego a dejarte entrar,
pero entorno la puerta de mi corazon.
No sea que por descuido
te conviertas en lo que necesito
y anides en la parte de mi
que conserva una herida
profundamente viva desde la ultima vez.
Porque si de verdad me importa que te acerques
sera justo y necesario
que el pasado deshoje su arbol amarillo;
que calle para siempre su insistente gemido
y haga con su ropaje ceniciento
una pira salvaje
donde ardan los recuerdos anteriores a vos.
Mientras tanto, tengo que estar alerta,
a pesar de las luces que encienden en mi alma
tus palabras de a veces.
Y hacer de cuenta que me encuentro lejos,
que no te veo;
que no entiendo del todo
el temblor que me invade
cuando estiras los brazos hacia mi.
RAUL ROLFI