La historia de las “Frites” o Papas a la Francesa
No se sabe con exactitud quién las introdujo en el mercado. Entre las muchas teorías que existen,
es generalmente aceptado que la papa a la francesa fue inventada ya sea por los belgas o por los franceses.
Aunque paradójicamente, las papas no fueron llevadas a Europa, ni por los franceses ni por los belgas,
sino a través de los españoles. En 1537, Jiménez de Quesada y sus Fuerzas Armadas españolas
encontraron una localidad en Columbia donde todos los indígenas habían huido.
Entre otras cosas, encontraron que la comida de los indios estaba rellena de papas,
a las que inicialmente llamaron “trufas”. Alrededor de 20 años después,
las papas fueron llevadas a España e Italia. En este momento,
las papas eran todavía bastante pequeñas y amargas
y tampoco se daban bien por aquellas regiones.
Sin embargo, con el paso del tiempo, se consiguieron versiones más grandes
y dulces cultivadas en otros sitios de Europa,
cabe decir que al principio la papa fue recibida con algo de recelo en esas tierras.
De cualquier modo, los datos históricos señalan que los belgas quizás ya estaban friendo tiras de papas
en el inicio del Siglo XVII (aunque algunos alegan que no fue hasta finales del XVIII) en el Meuse Valley
entre Dinant y Li ge, en Bélgica. La idea seguramente se les ocurrió, porque los lugareños freían sus alimentos
para la comida o la cena. Con ello, podemos decir que
los belgas fueron los primeros en preparar tiras de papas fritas.
La popularidad de la papa en Francia fue acreditada principalmente a un oficial militar francés
llamado Antoine,
quien se hizo famoso por “defender” a la papa a lo largo de Francia y gran parte de Europa.
Durante la Guerra de los Siete Años, Antoine, fue apresado y como parte
de su alimentación recibía raciones de papas.
Cuando regresó a Francia, comenzó a dar a conocer las virtudes de la papa,
como una potencial fuente nutritiva.
Finalmente, en 1772, la Facultad de Medicina de París proclamó que las papas podían ser
consumidas por los seres humanos, sin embargo la gente todavía se resistía a ello.
Parmentier (Antoine) al ver esto, empezó una campaña más agresiva para promover la papa en Francia,
siendo el anfitrión de cenas con dignatarios notables como Benjamín Franklin, Antoine Lavoisier,
King Louis, y hasta la Reina María Antonieta en donde les presentaba platos elaborados con dicho vegetal.
besos besos