Se despertó la bruma
el mar es una sirena que enloquece,
no había estrellas en la noche,
la luna era sólo un sueño.
deja que mi alma habite un solo instante
en el abrazo de tus olas,
arrúllame con la sonrisa de la caracola.
Un solo instante nada más
en un mar de peces de colores,
de bruma y de sal,
un instante y en silencio con los peces de colores.
Era uno solo,
uno que partíó en la noche sin estrellas.
Eran tres,
tres almas que encienden fuegos en la noche,
tres corazones valerosos que entrelazan su esperanza,
seis brazos en la noche,
seis manos que se aferran,
tre miradas que se pierden.
Ya no se oye la sirena del mar,
ya no danzan los peces de colores.
Este viaje es de espuma y de sal
de rocas y de coral.
La luna los espera
en un cielo de flores de colores,
las libélulas susurran otros ecos,
sus almas suspendidas en los brazos
de la luna plateada.
Era uno
y eran tres
y ahora son cuatros viajeros de la noche
en su estrella rutilante.