Hoy es
un día muy especial, hoy estoy pensando en mi primer amor, como la
llamaré?
es la pregunta que me hago en estos momentos,
no se como
llamarla para no llamar su atención, para que no se sonroje,
para que no
le dé pena, para que no se delate ante su familia,
para dejarla en paz,
como la deje hace unos años por otro amor que tampoco sé como llamar
ahora.
La llamaré mi primer poema, así la llamaré, así no se
delatará ante los suyos,
pero si lee este poema sabrá que es por ella,
que es dedicado a ella,
que es lo que estoy sintiendo ahora, que no ha
olvidado esa primera vez.
Primer poema como estás, hoy te estoy
recordando como hace unos años cuando te declaré mi amor,
cuando mi alma
aún era inocente y contigo descubrí lo inocente que no era,
lo inocente
que no éramos, lo inocente que no fuimos.
Primer poema
recuerdas cuando nos dimos nuestro primer beso,
recuerdas cuando te
toque por primera vez, recuerdas esos momentos tan sublimes,
tan
especiales, recuérdalo amor mío,
cuando te dije que te quería y que eras
lo más importante en mi vida en esos momentos,
que eras la luz que
brillaba en mis pensamientos.
Ella siempre altiva, siempre graciosa, siempre feliz,
así la recuerdo hoy, muy deliciosa, muy fascinante, muy mujer.
Ella
me dio muchas cosas lindas para mi vida, me llenó de detalles, me lleno
de palabras,
ella fue una mujer especial que me enseño tantas cosas
que he aplicado en mi vida desde que la conocí.
Ella tenía ojos
verdes hermosos,
su cabellera rubia y frondosa que paseaba de lado a
lado y que acaricié tantas veces,
ella era única, ella era hermosa, ella
era una verdadera mujer.
Hoy tengo en mi poder tus últimas palabras,
tus últimos
pensamientos y los quiero posar en esta hoja de papel:
El pensamiento y
vivencias de cada ser es un universo como el que nos rodea,
aunque pase
mucho tiempo y el deseo sea muy grande,
solo conocemos una pequeña parte
de dicho universo,
y nadie nos asegura que lo comprendamos o que lo que
conozcamos nos sea favorable.
El pensamiento de cada uno, nos hace
grandes e inolvidables.
Siempre harás parte de mi vida en una forma muy
especial.
Mujer de gran corazón, fuiste la mujer que llegó a mi
vida en el momento más feliz de ella,
que me hizo lo que soy ahora,
hiciste tanto en mí que ahora en cada rostro que recorro con mi mirada
te veo, te deseo aún.
Llegaste y te fuiste, te fuiste como la
aurora en el amanecer, como el suspiro,
te fuiste porque en esos
momentos era lo mejor, pero dejaste en mí tu olor,
tu mirada, tu cuerpo,
tus besos, tus caricias, tu amor lo dejaste en mi, dentro de mi, en mi
ser.
Te fuiste pero te sigo amando, te sigo con mis pensamientos,
mujer divina, recuerdo ahora en estos momentos de tus ganas de darme
gusto en mis locuras,
de las ganas que le ponías a todos tus empeños.
Fuiste
la primera mujer en que pensé que eras la elegida para toda mi vida,
pero las cosas no se dieron y decidiste seguir tu camino sin rumbo,
sin
compañía, sola con tus pensamientos.
Me trajiste alegrías y
esperanzas en un momento de incertidumbre,
llegaste y llenaste el vacío,
llenaste con tus besos, con tus caricias,
fuiste la mujer que me enseñó
el amor,
me enseñó a comprender el dilema que tu misma creaste y que lo
colocaste en este escrito:
no sé si el amor se parece a ti o si tu te
pareces al amor,
pero si tengo muy claro es que tú eres la persona más
especial e importante, eres mi amor.
Fui no sólo tu amante sino
que los dos nos aventuramos a conocer los placeres terrenales,
llegamos a
los extremos y lo disfrutamos al máximo,
vivimos juntos unos momentos
inolvidables y que cada día recuerdo con cada vez más y más pasión,
con
cada vez más y más amor, con cada vez más y más deseo.
Fuiste la
segunda mujer que elegí pero que otros no eligieron y eso nos separó,
no se en donde fallamos, pero nos dejamos llevar por los que no
entendieron
el sentimiento que nos unía. Mujer deseada, sigues en mis
pensamientos.
Fuiste un amanecer cálido, un crepúsculo en la
tarde,
una estrella en la noche, una luz en mi vida.
Amarte no fue una
prueba, amarte fue mi decisión y no me arrepiento.
Amarte fue
para mí una experiencia vivida y que no volverá a repetirse,
fue
aprender a construir el camino,
fue mi experiencia que no era lo mejor
para nuestro
futuro pero en esos tiempos si lo fue para ese presente,
presente que aprovechamos, presente que disfrutamos.
Fue muy
grato el haber estado contigo, poder sentirte,
poder tocarte, poder
amarte. Me hiciste muy feliz,
me siento feliz por haberte encontrado en
mi camino,
por haber podido probar tu miel, por haber podido satisfacer
mis dudas,
por haber podido sentir tu olor, por haber podido acariciar
tus cabellos, por poder mirarte en mis ojos,
por poder oír tus
pensamientos.
En tus miradas encendiste este fuego de mi alma,
en
tu boca mis labios recrearon mis sentidos,
mis sueños fueron por fin
realidad, porque te tuve cerca,
porque te hice mía en esas noches de
invierno, en esos días de frío,
porque el calor de tu cuerpo se posó en
el mío.
Yo fui tu sueño y te lo permití.
Carlos M. Rentería